Cuando me hice el blog al principio siempre pensé que sólo iba a escribir opiniones personales sobre productos varios o contar algunas de las cosas que me rondan en la cabeza, o que tal vez iba a compartir comentarios con otras personas si es que tenía la suerte de obtener algunos lectores para mi nuevo espacio cibernético. Sin embargo, el transformarme en "bloguera" (les juro que me da mucho pudor decir que lo soy, es como un título que no merezco) no sólo conlleva escribir, sino que además me ha servido para conocer personas, con las que he llegado a tener un grado tal de amistad y confianza que sin pensarlo mucho tomé mi bolsito (que no es un canasto de mimbre, soy sureña pero nunca tanto) y me las enfilé en un bus el jueves pasado a las 12 de la noche para viajar por 8 horas a Santiago sólo para conocerlas en vivo y en directo. Me refiero a las señoras Carolaila, Tay, Pakita, Odiosa, Pajarita y Maca, que para qué presentárselas si ya son bien conocidas y si no las conocen ya es hora que lo hagan, sus blogs son bacanes y ellas también lo son.
Mi pololo me fue a dejar esa noche al Rodoviario para que fuera a tomar el bus a Santiago, el cual para mi nerviosismo llegó bastante tarde ya que venía atrasado, mientras yo me imaginaba los peores escenarios posibles, como que se había dado vuelta, que se había incendiado o que había un pasajero enfermo con ébola zombie que había contagiado al chofer... en fin, todo eso desapareció cuando al cabo de media hora después el bus se dignó a llegar. Después de una noche en la cual me dediqué más a mirar por la ventana que a dormir (porque realmente me cuesta mucho dormir en los buses y además estaba nerviosa, porque igual pensaba: ¿y si les caigo mal?, ¿si me caen mal?, etc), finalmente el bus llegó a la Estación Los Héroes y ahí estaban Carolaila y Pajarita esperándome a las ocho de la mañana, cosa que les agradezco ene porque yo no me ubico nada allá. además que fue un gesto muy bonito y amable de su parte. Después fuimos al Starbucks, porque como soy bien sureña quería empezar lo más capitalina/santiaguinamente posible. El café es caro y malo, así que hola y adiós con esa famosa y hipster cafetería, pero nos sirvió para empezar a conversar y a conocernos mejor con las chiquillas. Ah y aproveché de hacerme pasar por "Carmela" cuando me preguntaron el nombre que clásicamente le ponen al café, sólo porque sentía que mi sureñidad estaba siendo pasada a llevar por tanto santiaguismo presente.
Después la Pajarita se tenía que ir donde su dentista, así que nos despedimos y fuimos con la Carolaila a su departamento. Desde acá agradezco a ella y a Nabor (su marido) por recibirme tan bien y tratarme excelentemente, pese a que no nos conocíamos antes en persona y confiar en mí para dejarme en su hogar. Luego de conversar un ratito nos pusimos en camino al lugar que más soñaba conocer, por muy huaso que suene... La torre de Mordor encarnada, el falo de metal de la capital, el dedo capitalista que apunta al cielo y se burla de Dios, el lugar de moda para suicidarse, el resultado del pacto entre Mefistófeles y Horst Paulmann, el famoso rascacielos y mall al mismo tiempo, el Costanera Center. Tomamos el metro en donde nos juntamos nuevamente con la Pajarita y nos las encumbramos hacia dicho mall. Llegando a la estación Tobalaba después de luchar codo a codo con el mar humano que se forma en el metro estaba ahí, casi encima, la enorme torre de acero. Debo reconocer que me impresionó bastante, es realmente gigantesca. Como ya mencioné no pude dejar de encontrarla muy parecida a la Torre de Mordor, o más específicamente para que los tolkiendili no descuarticen con sus filosas espadas troll, la oscura torre de Barad Dûr.
Una vez allá, y como estábamos muertas de hambre decidimos ir directo a comer. El Costanera en si consta de varios pisos en los cuales cada uno tiene una temática, y fuimos altiro al piso de las comidas, En ese piso hay de todo, desde comida rápida onda Doggis hasta restaurantes pitucos de sushi donde comía gente muy rubia. Decidimos ir a lo semi pituco y pasamos al Take a Wok, donde comimos exquisito (y no tan caro) cajitas chinas donde uno elegía lo que quería de tipo oriental, onda la Pajarita comió mote con camarones, la Carolaila noodles con tofu y yo arroz jazmín con camarones. Amamos los camarones. Luego cuando estábamos terminando de comer llegó la Tay, y ay, fue como emocionante porque igual ella no sólo me cae bien, sino que la admiro harto y les digo desde ya que es más bonita en persona que en fotos (si, eso es posible), además que es re simpática y muy piola. Tomamos un Yogen Fruz (o como se escriba) realmente pésimo, atendidas por un pelmazo muy antipático, y me salio una enorme cáscara congelada de naranja dentro de mi helado de piña frambuesa, puaj. Y después de acompañar a Nati a comprar una cámara a París (ella iba a Tokio y necesitaba algo para sacar fotos allá) llegó la Pakita... OMG, YASS QUEEN!! La Pakita es demasiado pero demasiado simpática y super chispeante, es de esas raras personas en mi vida que me caen bien al instante de haberlas conocido, aunque ya estaba predispuesta de antes, pero igual, es super adorable en todo sentido. De ahí fuimos a Bobbi Brown, pero arrancamos de una, es tan caro que ni precios tiene, luego fuimos a MAC que resultó ser un local muy chico, en donde una maquilladora me engrupió y me terminaron maquillando, pero no compré nada porque #pobreza y segundo, porque ya tengo bastante maquillaje esperándome en casa (esto de trabajar en Oriflame me terminó transformando en una acumuladora). La maquilladora me hablaba de las excelencias de una base MachMach (no me acuerdo el nombre) y mientras me la aplicaba me adulaba diciendo que mi tono EXACTO era el C3 (como si no supiera desde siempre que soy lo más C3 que hay) y que la MachMach me iba a dejar impecable, libre de poros, matificada, glowy, dewy, cakey y no sé cuantas cosas más mientras me pasaba la brocha por la cara. Al pasar me dice que vale sólo 37 lucas pero que era una inversión en mi piel, además del rubor que valía sólo 17 lucas y el polvo matificante que me aplicó al final que sólo valía más de 20 lucas. Sentí como mi billetera se retorcía de doloroso dolor al escuchar todas esas cifras, por lo cual me solté educadamente y le dije que muchas gracias, que me iba a mirar el maquillaje recién puesto con otra luz y que a la vuelta iba a tomar una decisión... si, la decisión de huir de ahí lo antes posible (no sin antes sacarme una selfie y subirla a Instagram, o seaaa).
Bueno, estuvimos toda la tarde vitrineando, en ASHEME y FOREVER TUENTIGUAN sobre todo, en donde me dí cuenta que mi condición de Zentraedi en un país de Micronianos me iba a hacer muy difícil comprar ropa en esos conspicuos lugares tan fashion. En castellano, soy muy grande y las tallas son muy chicas. Luego fui guiada a conocer Lush en Paris por la Tay y casi me muero del mareo, se me ocurrió la estúpida idea de aplicarme un perfume que resultó ser horrendo y para borrarlo, eché encima otro perfume que resultó ser peor aún, además que antes ya había olido todos los jabones y barras disponibles, por lo que terminé viendo burros de colores, además sentía que la Tay me hablaba muy lentamente como desde un lugar muy lejano... para curarme del mareo fuimos a Urban Decay y ahí se me pasó de una, el ver las famosas y reales paletas Naked en persona fue algo impresionante para mi como amante del maquillaje, de verdad. Algo así como una pequeña oleada de placer fue ver todas esas sombras y luego todos esos labiales. Eran carísimos y no compré ninguno pero su recuerdo vivirá conmigo. Además vi a varios de esos maquilladores famosillos de Instagram que trabajan ahí y en verdad son amables y nada de cargantes.
Mas tarde llegó la Maca, y me puse bien nerviosa, porque ella era mi amiga secreta (jugamos al amigo secreto entre todas y al otro día nos íbamos a entregar los regalos) así que disimulé y la saludé cortésmente. Ella fue muy agradable, cordial y dulce, más tarde me daría cuenta que tenía un lado oculto que jamás habría imaginado... El DBS de allá me decepcionó bastante, es más chico e incluso menos surtido que el de Temuco, siendo que yo me lo imaginaba como una especie de Santuario de la Belleza y nop, no es nada de eso. Luego pasamos a Lush, la tienda real, donde me dieron una muestra de American Cream (un bálsamo que me dejaría el pelo tieso al otro día) y más tarde nos enfilamos al departamento de la Tay. Ella amablemente nos invitó a bañarnos en la piscina ubicada en el techo del edificio, ella vive en el piso 26 y la piscina estaba en el último, el 27. Yo como soy pilla (jajajaja si oh) había llevado estratégicamente mi traje de año, y subimos a pie hasta la piscina. Me dio un poco de vértigo, tanto en el balcón de la Tay, como en la piscina, la vista desde ahí es realmente impresionante, aunque me entristeció que el smog tapara tanto la ciudad y sobre todo la cordillera, que pese a estar muy cerca, casi encima de Santiago, apenas se note debido a toda esa polución.
Después nos tiramos a la piscina, nadamos, pelamos, choqué contra la zona de los pequeñines (el lado bajito de la piscina) y casi me enderezo el diente chueco con el golpe por estar nadando bajo el agua y luego, como a las ocho cerraba la piscina, nos tuvimos que salir. El agua estaba super rica y era lo que necesitábamos después de sudar tanto en el Costanera Center (el calor pegajoso de Santiago no es un mito, es una horrible realidad, aun estando bajo techo). Nos sacamos fotos, y luego bajamos a comprar algunas cositas al supermercado del frente para realizar un ameno tentempié de señoras. Allá nos juntamos nuevamente con Pajarita, quien se había tenido que ir antes a pelear con una amiga o algo así y compramos torta, quequitos y té para el convite. Luego subimos y mientras escuchábamos música clásica, nos contamos edificantes historias llenas de moralidad. Nah, fuimos a comprar copetes y doritos y papas fritas con salsa de queso, y yo que estaba en modo #fuckresistencia me dejé llevar no más por la malvada tentación de lo salado y lo frito, total, iba a ser sólo un día. Allá me sentí un poco cohibida ya que las chiquillas se conocen hace tiempo y como estaban escuchando pop (que lo odio, pero creo que reconozco que Beyonce no sólo es hermosa, sino talentosa, lo cual es mucho decir viniendo de mi) me fui un poco para dentro. Igual lo pasamos super bien y descubrí el lado oculto de la Maca que sólo les revelaré si ella me concede el permiso para hacerlo jajajaja.
Al otro día, fuimos a Hocha, un restaurante de comida taiwanesa ubicado en Patronato donde intercambiamos los regalos con las respectivas amigas secretas, en donde llegó la última de las señoras, la Camila Odiosa, que no le hace nada de honor al nombre, es lo más amorosa y chistosa que hay, cada vez que escucho la palabra babbah y caccah me muero de la risa. Como ya dije, a mi me había tocado la Maca y espero que no la haya decepcionado con mi presente, porque soy lo más ñurda que hay para eso. Tuve la gran suerte de tocarle a la Odiosa, quien me regaló muchas cosas de Wildbeauty, mascarillas con mujeres horrendas y macabras (las maravillosas Montagne Jeunesse) y mi anheladísimo labial Sugar Plum Fairy, que lo he buscado bajo cielo, mar y tierra, el hermoso tono Reckless de Make Up Revolution y un delicioso té Stash de Lavanda que tomaré muy lentamente porque no quiero gastarlo demás, la caja es demasiado linda para botarla tan pronto. Odiosa, me debes la cartita, no te olvides escanearla y mandarla a mi correo, taikasienia@hotmail.com :-)
La Kokeshi humana (o sea la Tay) me hizo un regalito de puro linda y generosa que es, luego comimos mucho, huevos a la taiwanesa, tofu, sopas con camarones, champiñones fritos, cerdo, arroz con palitos, té con lychee... estaba todo delicioso y realmente no era caro para nada. Luego de intercambiar regalos, llorar, gritar un poquito, ser increpadas por un tipo muy guapo pero muy antipatico que según él casi no podía escuchar su importante conversación que mantenía con una chica (me tinca que lo estaban pateando, porque lo mandaron a retarnos) comer y pagar, nos fuimos a recorrer Patronato. Lamentablemente, en Patronato aunque hay gran variedad, no es tan barato como lo imaginé. Lo mejor de todo son los supermercados asiáticos, pero habían tantas cosas que me sentí un poco abrumada y al final compré mucho menos de lo que había pensado, no fui capaz de asumir tanta maravilla exótica en tan poco tiempo (soy muy indecisa para comprar) y terminé adquiriendo solo un poco de alga kombu, sopa miso y más del delicioso té de lychee que ya había probado en Hocha, ahora soy adicta! La Pakita me contó que se había encontrado con la Evelyn de Korean Beauty Dream en el supermercado asiático donde estábamos, me habría gustado verla para saludarla.
Este post me está quedando demasiado largo, ya son las cuatro de la mañana, así que me pondré de las resumidas, para ir acortando, no es la idea que se duerman.
- Caminamos por Patronato, estaba casi todo cerrado, porque cierran todo a las cuatro los días sábado (no sabía eso u.u).
- Tomamos el llenísimo metro hasta el depto de la Tay.
- La Pajarita se bajó antes porque iba donde su sobrinita que cumplía un año.
- Con la Pakita fuimos señoras velociraptors y a base de codazos, zancadillas, patadas, golpes con las tote bag y metidas de dedos en los ojos logramos sentarnos xD
- Queríamos bañarnos nuevamente en la piscina, pero se nubló y se nos echó la yegua conversando.
- Había una mina muy regia ahí, pero era de las tipo pescado. La odié por breves instantes, a ella y su perfectamente ajustado vestido de calaveritas.
- La Pakuz sorteó tres rubores Tarte entre las presentes y la Pajarita quien no estaba porque se había ido al cumpleaños de su sobrinita. Ganó la Maca, la Odiosa y la Pajarita. Me sentí #imbidioza porque eran preciosos jajaja.
- Les vi las cartas del Tarot a las chicas, con desiguales resultados. Menos a la Pakita, quien no se me escapará la próxima vez.
- Bebí una Miller a medias con la Odiosa.
- Les conté la historia del Julio. Algún día se las contaré a ustedes también.
- Conversamos caleta, nos reímos mucho y esta vez me sentí mucho más cómoda y a gusto, quizá porque sentía que ya las conocía más y no era la recién llegada, como me había sentido el día anterior.
Como astutamente había hecho mi bolso antes, cuando nos dio la hora solo tuve que tomarlo. Me despedí del marido de Carolaila (quien es super atento y considerado) y sus adorables gatos, Cosme Fulanito, un lindo manx de cola corta muy travieso y revoltoso, y la preciosidad majestuosa de la Donatella quien fue la que me robó el corazón, es una gata carey tranquila, bella y adicta al crujido del plástico.
La Caro me fue a dejar al bus, pero como soy huasa cometí un terrible error. No tengo idea del metro y pensé que bajándome en la Estación Central llegaría a la ídem de buses de la Alameda, pero no fue así. Resulta que debía bajarme en la estación siguiente, Universidad de Santiago, así que tuve que caminar por ese horrible pasaje al infierno que es la Alameda a esa hora, porque está tan llena de gente que es casi imposible caminar rápido por ahí mientras el tiempo pasaba y la gente más se agolpaba con la Caro caminábamos rápidamente mientras yo me moría de miedo ante la idea de perder el bus aLo Temuco. La Caro es una persona muy optimista (lo cual es bkn, porque yo soy la más pesimista entre las pesimistas) y gracias a ella no me achaqué tanto y seguí caminando empeñosamente hasta llegar a la estación y luego al andén. Ya era tarde, así que nos abrazamos y nos despedimos de inmediato. Me subí al bus (que resultó ser muy flaite, pero bueh, me trajo sana y salva hasta acá).
Caro, eres pulenta. Cuando quieras ven a mi casa. Y ustedes, las demás señoras, también. Las espero a todas en Temuco, a la Palmita, la Nefertay, la Babbah, la Pajarita (cuando vuelva de las Asias), la Dale Alegria a tu Cuerpo (complete la oración) y a la Beyoncelaila, por supuesto. A pesar del viaje incómodo, el cansancio, la timidez al principio, el velocirapterismo, el que me haya quedado el pelo tieso por el agua santiaguina (y eso que mi anfitriona tiene puras cosas ricas Lush para bañarse y lavarse el cabello) y la señora violentihardcore de la feria, lo que más primó fue la buena onda, el cariño y la gran acogida que todas me dieron allá. Me siento muy feliz de haberme atrevido a viajar tan así a ciegas porque me encontré con excelentes mujeres, que más allá de los blogs, son increíbles personas con las que he formado un lazo que no se va a deshacer así tan pronto. Me hubiera gustado mucho haberme encontrado con otras chicas de Santiago que igual aprecio mucho, como la Cher, Tocaya o Alejandra, pero espero volver, quizá no tan pronto, pero si este año. Me vine con el corazón lleno de recuerdos bacanes que atesoraré para siempre (si, me pongo cursi a veces).
Un abrazo a todos los fieles piñones que me leen y a los nuevos lectores otro abrazo igual de fuerte, espero no haberles aburrido con esta largo relato del viaje de una sureña a Los Santiagos y como le fue allá.
Cariños a todos los que leen y comentan acá ♥
No la subí a Instagram, me dio mucha cosita y pudor al mismo tiempo (como dice la Natified)
Después la Pajarita se tenía que ir donde su dentista, así que nos despedimos y fuimos con la Carolaila a su departamento. Desde acá agradezco a ella y a Nabor (su marido) por recibirme tan bien y tratarme excelentemente, pese a que no nos conocíamos antes en persona y confiar en mí para dejarme en su hogar. Luego de conversar un ratito nos pusimos en camino al lugar que más soñaba conocer, por muy huaso que suene... La torre de Mordor encarnada, el falo de metal de la capital, el dedo capitalista que apunta al cielo y se burla de Dios, el lugar de moda para suicidarse, el resultado del pacto entre Mefistófeles y Horst Paulmann, el famoso rascacielos y mall al mismo tiempo, el Costanera Center. Tomamos el metro en donde nos juntamos nuevamente con la Pajarita y nos las encumbramos hacia dicho mall. Llegando a la estación Tobalaba después de luchar codo a codo con el mar humano que se forma en el metro estaba ahí, casi encima, la enorme torre de acero. Debo reconocer que me impresionó bastante, es realmente gigantesca. Como ya mencioné no pude dejar de encontrarla muy parecida a la Torre de Mordor, o más específicamente para que los tolkiendili no descuarticen con sus filosas espadas troll, la oscura torre de Barad Dûr.
Lo que vi al llegar.
Lo que realmente había ahí (igual se parece)
Una vez allá, y como estábamos muertas de hambre decidimos ir directo a comer. El Costanera en si consta de varios pisos en los cuales cada uno tiene una temática, y fuimos altiro al piso de las comidas, En ese piso hay de todo, desde comida rápida onda Doggis hasta restaurantes pitucos de sushi donde comía gente muy rubia. Decidimos ir a lo semi pituco y pasamos al Take a Wok, donde comimos exquisito (y no tan caro) cajitas chinas donde uno elegía lo que quería de tipo oriental, onda la Pajarita comió mote con camarones, la Carolaila noodles con tofu y yo arroz jazmín con camarones. Amamos los camarones. Luego cuando estábamos terminando de comer llegó la Tay, y ay, fue como emocionante porque igual ella no sólo me cae bien, sino que la admiro harto y les digo desde ya que es más bonita en persona que en fotos (si, eso es posible), además que es re simpática y muy piola. Tomamos un Yogen Fruz (o como se escriba) realmente pésimo, atendidas por un pelmazo muy antipático, y me salio una enorme cáscara congelada de naranja dentro de mi helado de piña frambuesa, puaj. Y después de acompañar a Nati a comprar una cámara a París (ella iba a Tokio y necesitaba algo para sacar fotos allá) llegó la Pakita... OMG, YASS QUEEN!! La Pakita es demasiado pero demasiado simpática y super chispeante, es de esas raras personas en mi vida que me caen bien al instante de haberlas conocido, aunque ya estaba predispuesta de antes, pero igual, es super adorable en todo sentido. De ahí fuimos a Bobbi Brown, pero arrancamos de una, es tan caro que ni precios tiene, luego fuimos a MAC que resultó ser un local muy chico, en donde una maquilladora me engrupió y me terminaron maquillando, pero no compré nada porque #pobreza y segundo, porque ya tengo bastante maquillaje esperándome en casa (esto de trabajar en Oriflame me terminó transformando en una acumuladora). La maquilladora me hablaba de las excelencias de una base MachMach (no me acuerdo el nombre) y mientras me la aplicaba me adulaba diciendo que mi tono EXACTO era el C3 (como si no supiera desde siempre que soy lo más C3 que hay) y que la MachMach me iba a dejar impecable, libre de poros, matificada, glowy, dewy, cakey y no sé cuantas cosas más mientras me pasaba la brocha por la cara. Al pasar me dice que vale sólo 37 lucas pero que era una inversión en mi piel, además del rubor que valía sólo 17 lucas y el polvo matificante que me aplicó al final que sólo valía más de 20 lucas. Sentí como mi billetera se retorcía de doloroso dolor al escuchar todas esas cifras, por lo cual me solté educadamente y le dije que muchas gracias, que me iba a mirar el maquillaje recién puesto con otra luz y que a la vuelta iba a tomar una decisión... si, la decisión de huir de ahí lo antes posible (no sin antes sacarme una selfie y subirla a Instagram, o seaaa).
#1 Imponiendo señoridad en MAC.
#2 Imponiendo señoridad en ASHEME
El tomatito morado de la Nati es muy útil para encontrarla. Y esos wok estaban impresionantemente ricos.
#3 Imponiendo señoridad en la calle.
Insisto, la gente de Cuadernos Kimmi Doll debería escribir a la Tay para pedirle disculpas por utilizar su imagen sin permiso y pagarle sus derechos.
#4 Imponiendo señoridad en la piscina (cachen, el perfecto cat eye de la Tay resiste hasta un piscinazo)
Me encanta la actitud de esta señoras, las admiro jajajaja.
Mira mami, vine a comer comida taiwanesa por primera vez.
La Kokeshi humana (o sea la Tay) me hizo un regalito de puro linda y generosa que es, luego comimos mucho, huevos a la taiwanesa, tofu, sopas con camarones, champiñones fritos, cerdo, arroz con palitos, té con lychee... estaba todo delicioso y realmente no era caro para nada. Luego de intercambiar regalos, llorar, gritar un poquito, ser increpadas por un tipo muy guapo pero muy antipatico que según él casi no podía escuchar su importante conversación que mantenía con una chica (me tinca que lo estaban pateando, porque lo mandaron a retarnos) comer y pagar, nos fuimos a recorrer Patronato. Lamentablemente, en Patronato aunque hay gran variedad, no es tan barato como lo imaginé. Lo mejor de todo son los supermercados asiáticos, pero habían tantas cosas que me sentí un poco abrumada y al final compré mucho menos de lo que había pensado, no fui capaz de asumir tanta maravilla exótica en tan poco tiempo (soy muy indecisa para comprar) y terminé adquiriendo solo un poco de alga kombu, sopa miso y más del delicioso té de lychee que ya había probado en Hocha, ahora soy adicta! La Pakita me contó que se había encontrado con la Evelyn de Korean Beauty Dream en el supermercado asiático donde estábamos, me habría gustado verla para saludarla.
#5 imponiendo señoridad en Hocha (or all the whoo girls together)
- Caminamos por Patronato, estaba casi todo cerrado, porque cierran todo a las cuatro los días sábado (no sabía eso u.u).
- Tomamos el llenísimo metro hasta el depto de la Tay.
- La Pajarita se bajó antes porque iba donde su sobrinita que cumplía un año.
- Con la Pakita fuimos señoras velociraptors y a base de codazos, zancadillas, patadas, golpes con las tote bag y metidas de dedos en los ojos logramos sentarnos xD
- Queríamos bañarnos nuevamente en la piscina, pero se nubló y se nos echó la yegua conversando.
- Había una mina muy regia ahí, pero era de las tipo pescado. La odié por breves instantes, a ella y su perfectamente ajustado vestido de calaveritas.
- La Pakuz sorteó tres rubores Tarte entre las presentes y la Pajarita quien no estaba porque se había ido al cumpleaños de su sobrinita. Ganó la Maca, la Odiosa y la Pajarita. Me sentí #imbidioza porque eran preciosos jajaja.
- Les vi las cartas del Tarot a las chicas, con desiguales resultados. Menos a la Pakita, quien no se me escapará la próxima vez.
- Bebí una Miller a medias con la Odiosa.
- Les conté la historia del Julio. Algún día se las contaré a ustedes también.
- Conversamos caleta, nos reímos mucho y esta vez me sentí mucho más cómoda y a gusto, quizá porque sentía que ya las conocía más y no era la recién llegada, como me había sentido el día anterior.
Con la Pakuz buscando asiento en el Metro.
Junta de Señoras en el piso 26, segunda parte #vértigo.
Junta de Señoras, segunda parte, con la Pajarita presente en nuestros kokoros ♥
El regalo de la odiosa más amorosa de todas las odiosas (espero la cartita xD)
Al otro día con la Caro nos levantamos relativamente tarde, fuimos a la muy genial Feria en donde se vende de TODO, desde choclos a circuitos, que se instala cerca de su hogar, allá todo es baratísimo, mientras ella llevaba su carro de la compra. Muy señora de su parte. Luego de recorrer todo, compramos cosas varias, ella comida y yo calcetines principalmente. Luego volvimos, el Nabor hizo los más deliciosos fideos con pesto de una forma mágicamente rápida y de ahí fuimos a la plaza. Como me iba en esa misma tarde, la opción de comprar un copete y beberlo ahí mismo fue lamentablemente descartada. Pero optamos por una solución más suave, compramos unas heladitas y unos snacks salados y en la tarde nos instalamos a ver videos de grunge, jazz y bossa nova sobre todo, es impresionante lo mucho de música que sabe la Carolaila. Me reencontré con Caetano Veloso que no lo escuchaba hace años debido a que me recuerda a mi ex judío neoyorkino, pero como él ya no me importa nada, lo pude escuchar tranquilamente y apreciar sus canciones maravillosas y eso fue hermoso, porque de verdad que echaba de menos a mi querido brasileño y su voz melosa. Ah, y amé a una cabra chica que canta jazz pero gracias a las latas de chela no me puedo acordar como cresta se llamaba.
Santiago es hermoso, debo admitirlo.
Las buganvilias son felices en Santiago.
La Donatella aceptó posar para mi ♥
La Caro me fue a dejar al bus, pero como soy huasa cometí un terrible error. No tengo idea del metro y pensé que bajándome en la Estación Central llegaría a la ídem de buses de la Alameda, pero no fue así. Resulta que debía bajarme en la estación siguiente, Universidad de Santiago, así que tuve que caminar por ese horrible pasaje al infierno que es la Alameda a esa hora, porque está tan llena de gente que es casi imposible caminar rápido por ahí mientras el tiempo pasaba y la gente más se agolpaba con la Caro caminábamos rápidamente mientras yo me moría de miedo ante la idea de perder el bus a
Caro, eres pulenta. Cuando quieras ven a mi casa. Y ustedes, las demás señoras, también. Las espero a todas en Temuco, a la Palmita, la Nefertay, la Babbah, la Pajarita (cuando vuelva de las Asias), la Dale Alegria a tu Cuerpo (complete la oración) y a la Beyoncelaila, por supuesto. A pesar del viaje incómodo, el cansancio, la timidez al principio, el velocirapterismo, el que me haya quedado el pelo tieso por el agua santiaguina (y eso que mi anfitriona tiene puras cosas ricas Lush para bañarse y lavarse el cabello) y la señora violentihardcore de la feria, lo que más primó fue la buena onda, el cariño y la gran acogida que todas me dieron allá. Me siento muy feliz de haberme atrevido a viajar tan así a ciegas porque me encontré con excelentes mujeres, que más allá de los blogs, son increíbles personas con las que he formado un lazo que no se va a deshacer así tan pronto. Me hubiera gustado mucho haberme encontrado con otras chicas de Santiago que igual aprecio mucho, como la Cher, Tocaya o Alejandra, pero espero volver, quizá no tan pronto, pero si este año. Me vine con el corazón lleno de recuerdos bacanes que atesoraré para siempre (si, me pongo cursi a veces).
Un abrazo a todos los fieles piñones que me leen y a los nuevos lectores otro abrazo igual de fuerte, espero no haberles aburrido con esta largo relato del viaje de una sureña a Los Santiagos y como le fue allá.
Cariños a todos los que leen y comentan acá ♥